Para la reducción de gases, tales como amoníaco y sulfuros de hidrogeno, lo que se traduce en condiciones más favorables para la salud y el desarrollo de los animales, incluyendo la reducción del estrés. También produce una mejor utilización de los alimentos, lo que se traduce en una mejor ganancia de peso. Reduce también los olores de las excretas y las aguas residuales, por lo que mejora el ambiente para los animales, trabajadores y vecinos. También aumenta la vida útil de las instalaciones al reducir la corrosión de los metales. Mejora las características de los lodos, haciéndolos más licuados y de más fácil manejo para su bombeo o aspersión.
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