La enfermedad bacteriana del riñón o BKD (“Bacterial Kidney Disease”, su nombre en inglés), causada por el microorganismo Gram positivo Renibacterium salmoninarum. Esta enfermedad es característica de aguas frías; genera un cuadro clínico crónico, el cual afecta severamente la función renal, causa inmunosupresión y pérdida de peso derivando finalmente, en mortalidad por una falla multisistémica. Investigaciones han demostrado que la variabilidad genética de los factores de virulencia de este agente es baja; lo anterior plantea la necesidad invertir en mayor desarrollo para conocer el verdadero estatus epidemiológico de una región en particular, determinando variabilidad que expresa este agente, fenómeno clave para el diseño de vacunas más eficaces.
Recientemente, el BKD ha tomado una mayor importancia, producto del aumento de casos en la industria salmonera nacional e internacional, lo cual ha puesto presión al desarrollo de vacunas contra este agente.
En nuestro país y también a nivel mundial, existe sólo una vacuna registrada; consiste en una vacuna viva que contiene como antígeno al microorganismo Arthrobacter spp., el cual ha mostrado entregar protección parcial frente a desafío en condiciones controladas (Burnley et. al., el 2010).
Considerando estos antecedentes, una pregunta interesante de discutir es por qué no se han desarrollado vacunas contra BKD “homólogas”, es decir, que contengan como antígeno al microorganismo Renibacterium salmoninarum. Una hipótesis razonable recae en que la respuesta inmune frente a este microorganismo: ésta se desarrolla a través de una fuerte inflamación granulomatosa, la cual genera nefritis intersticial y microabscesos en el hígado, entre otras. Adicionalmente, Renibacterium posee una proteína abundante e inductora de anticuerpos, que junto a la aparición de granulomas, podría explicar la respuesta inflamatoria persistente observada en los animales infectados. Es decir, la disfunción renal observada y la posterior falla multisistémica en la infección sería una consecuencia de la misma respuesta inmune que genera el hospedero para defenderse de la enfermedad, haciendo que las vacunas homólogas tengan un pronóstico de eficacia bajo pues lógicamente, magnificarían la respuesta a la infección, magnificando también el cuadro clínico. Es necesario por tanto, conocer los mecanismos moleculares que subyacen este fenómeno, a fin de diseñar vacunas eficientes y de amplio rango para controlar la enfermedad.
La necesidad de vacunas efectivas contra BKD es de vital importancia para la salmonicultura, así como también la elaboración de estrategias de vacunación que permitan mantener en condiciones óptimas la respuesta en poblaciones de salmón en cultivo.
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