Importancia del uso de Autovacunas
Las autovacunas son productos biológicos inmunológicos que se fabrican a solicitud de un médico veterinario, con el fin de tratar un brote para el cual las vacunas registradas no están confiriendo la protección deseada, o bien para el cual no existen vacunas registradas para dicha enfermedad. Además de su condición de “producto de emergencia”, las autovacunas tienen la particularidad de ser elaboradas con el agente infeccioso propio que causó la enfermedad, aplicándose también en una región geográfica restringida, delimitada por criterios pre-establecidos. Es por esto que se dice que las autovacunas funcionan como un “traje a la medida”, ya que los animales vacunados con este producto desarrollarán una respuesta inmunológica contra el patógeno específico que causó la enfermedad.
La esencia de la necesidad de autovacunas es la presión selectiva, la cual también es el motor de la evolución microbiana la que permite que enfermedades, antes erradicadas, puedan aparecer en forma de patologías reemergentes, escapando a las vías de prevención y tratamiento tradicionales. Estudios muestran que en promedio, el tiempo transcurrido para que un antibiótico muestre el primer caso clínico resistente es de 5 a 10 años, mientras que para un producto inmunológico, el mismo período es de 20 a 30 años (Kennedy et al., 2017). Lo anterior, entrega dos potentes mensajes: el primero, que las medidas preventivas son por lejos la mejor estrategia para controlar enfermedades, pero también, muestra que éstas no son infalibles, y se requieren mejoras controladas de formulaciones antigénicas, basados en criterios científicos sólidos. Apoyando lo anterior, en los últimos 20 años el número de publicaciones científicas relacionadas con autovacunas se ha duplicado (PubMed).
En acuicultura, las autovacunas se han utilizado en diferentes especies de cultivo, tales como Salmónidos, Tilapia y otros. El éxito de una óptima autovacuna es, entre otros puntos, la elección correcta de el o los agentes patógenos a utilizar, y la realización del producto bajo procesos de producción farmacéutico robustos y reproducibles, además considerar que la autovacuna debe entregarse en períodos de tiempo acotados. En este sentido, es importante que el trabajo a nivel de industria, bajo el marco de la regulación nacional, promueva y facilite la entrega de estas soluciones de emergencia en los períodos que son requeridas, siendo una buena alternativa preventiva para la salud animal frente a procesos epidemiológicos críticos.
